El domingo 19 de febrero de 2017 ha pasado a formar parte de uno de los días grandes de la historia de la sidrería. A partir de esa fecha podemos presumir de habernos convertido en la primera sidrería del mundo en albergar una maratón y además, y lo mejor de todo, es que detrás había un fin solidario. Tal y como os habíamos anunciado en este blog , nuestro amigo Héctor Moro se había fijado el reto de completar los 42,195 kilómetros de una maratón sobre una cinta de correr instalada en El Requexu. Su objetivo era cubrir la distancia en un tiempo inferior a las tres horas y donar 500 euros -si conseguía la marca- a la Asociación Galbán de familias con niños con cáncer de Asturias dentro de su proyecto Maratones vs. Cáncer Infantil con el que pretende realizar este año un total de doce maratones y recaudar 3.000 euros.
Desde las 10:30 horas hasta poco antes de las 13:30 horas mantuvo un ritmo constante de zancada siempre acompañado a ambos lados del tapiz rodante por su novia Maite y su madre Meli . De fondo, la música y animación del gran Chiqui González Carrasco y de David Varela al acordeón. Decenas de personas se acercaron a la sidrería para darle aliento a Héctor .
Quienes no pudieron pasar por la sidrería siguieron la maratón a través del Facebook Live que se realizó desde la página de la Sidrería El Requexu . Más de 87.000 personas de catorce países diferentes siguieron en directo la prueba dejando centenares de mensajes de apoyo.
Para lo ocasión, también se habilitó un stand dentro de la sidrería en el que se vendieron pulseras con el lema ‘¡Si quiés, pués! by Héctor Moro’ , camisetas con el mensaje ‘Es difícil vencer a quien nunca se rinde’ , ejemplares del libro ‘Historia de cinco goles. El Mundial de El Guaje’ . Además se rifaron una bicicleta, dos relojes donados por la relojería Cima y una camiseta del Real Sporting firmada por los jugadores. Fue una gran fiesta de la solidaridad.
En total se recaudaron 1.010 euros , más del doble de lo que tenía previsto donar Héctor quien ya piensa en su siguiente maratón. Desde aquí sólo nos queda felicitarle por su esfuerzo, trabajo y dedicación y agradecerle el compromiso que adquirió con nosotros para convertirnos en la primera sidrería del mundo en albergar una maratón. Todo un orgullo contar con personas así. ¡Felicidades Héctor y muchísimas gracias a todos los que aportasteis vuestro pequeño granito de arena para hacer realidad este día tan especial que guardaremos para siempre en la memoria!